tres días de soledad

Me fui a Mar del Plata al festival de cine sola tres días. Vi diez películas: tres norteamericanas, una argentina, una mexicana, una japonesa, una francesa, una coreana, una rusa y una holandesa. Vi ir y venir las olas, vi las nubes moverse (cuando era chica creí que era una ilusión), vi de todo: de películas tremendamente soporíferas, bellas, entretenidas, vacías, creativas, buenas. Una gitana me paró en la playa y me leyó los ojos. Me dijo tantas cosas que algunas eran ciertas, una cuestión de probabilidad nomás. Me reí, dormí sola en una habitación doble, comí sola, caminé por la rambla, me senté en la arena, le saqué fotos a los lobos marinos, fui la reina de la auto foto. Me quedé sin plata y pensé en quedarme a dormir en la playa sólo para estar un día más. Y cuando el océano Atlántico se abría a mis pies, pensé en nada más que en la espuma, los caracoles y el sol. La pasé genial conmigo misma, con las películas, y con el clima de festival, espero volver el año que viene.