2 de abril de 2013

la venganza de las drew

esto no pretende ser una cronología porque si bien la narradora ama las categorizaciones medio lope al estilo "las cinco mejores primeras páginas de libros de tu vida", descree en el orden temporo-espacial y sólo escribe lo que se le canta y omitiendo todo lo improductivo.
después de un fin de semana santa con amigas descontrolado en rosario y contacto con hombres del tercer tipo -y actualizándome en todo tipo de chamullos intergenéricos- un muchacho, después de un par de charlas y de verme bailar como si fuera el fin del mundo me dijo: "sos drew barrymore". reconozco que en mi estado inicial catatónico de alegría y delirio un poco etílico no pensé todas las cosas buenas que implicaba el comentario. pero al otro día, en la vigilia somnolienta pensé en las chicas drew. la sensibilidad extrema de la niña de ET nos marcó a las que crecimos viendo la película y apretando forward en la parte en que el extraterrestre aparece en una zanja tirado. vamos a obviar el paso de drew por la jevi adolescencia -todos tenemos un lado oscuro que es mejor no sacar a relucir tan a menudo- y vamos a llegar a su protagonismo en películas que cuentan con títulos tan evidentes como JAMÁS BESADA. su rol en la vida es ser la partenaire de hombres estéticamente no muy agradables pero que son el típico buena onda/buen tipo (lo digo por adam sandler que lo quiero a pesar de ser republicano). sin embargo, hay un momento donde llega el punto de inflexión y drew pasa a ser una de las charlie's angels junto con dos minas que están estereotípicamente buenas, en este caso, cameron diaz y lucy liu. drew es claramente la más simpática del grupo y, por ósmosis o por belleza inherente (a debatir), se produce el punto de quiebre: comienza a estar también buena, y tan buena como las otras, o quiero retruco, capaz un poco más porque tiene la magia de la energía (parezco stamateas o algo así con estas frases), de la que desarrolló otras herramientas alternativas a la estética convencional.
a kilómetros luz de drew barrymore y mucho más cercana a bridget jones y hannah de girls, me gustó pensar que ser drew es reconocer la primacía de la originalidad por sobre lo convencional y es un momento de esplendor que me generó felicidad y raciocinio, un dúo explosivo que me hace bien.

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